miércoles, 5 de agosto de 2015

Claves alimenticias contra la hipertensión arterial

Para el control de la hipertensión arterial es importante considerar claves como la reducción de la sal, la dieta sensata, inteligente y de buena calidad nutricional. El rol de la dieta es protagonista a la hora de hablar de este tipo de padecimientos pues diversos nutrientes,  además del sodio, combinados con una dieta saludable pueden ayudar a 'normalizar' la hipertensión arterial.

A continuación exploraremos algunas claves específicas que pueden marcar la diferencia en este tema:

1. Medida de la porción: 

La necesidad de regular el peso es un tema recurrente en quienes sufren de hipertensión, es por esta razón que vigilar las cantidades sin perder de vista el consumo de sodio es vital para mantenernos equilibrados.

2. Reducción de la sal: 

No se debe menospreciar el poder de este cambio en nuestra dieta. Se ha concluido que en ciertos productos la disminución de la sal es imperceptible para algunas personas cuando se realiza hasta en un 25%. Esta es la mejor herramienta a la hora de prevenir. 

3. Dieta rica en frutas y vegetales:

Lo ideal es que estos elementos estén presentes en todas nuestras comidas e incluso que ocupen la mitad de nuestras porciones en nuestras tres comidas principales del día. El alto contenido de potasio en las frutas y vegetales y su bajo nivel de potasio los hacen ideales para el tratamiento de la hipertensión y prevención de enfermedades cardiovasculares.

4. Elige alimentos frescos:

Además de los múltiples beneficios que los alimentos traen en su forma natural, consumir comida fresca nos aleja del exceso de sal que es utilizado en muchos productos empacados y procesados, con la finalidad de extender su conservación y también como condimento.

5. Sé creativo al sazonar:

Disminuir el nivel de sal no tiene por qué restarle sabor a tus comidas. Experimentar con hierbas y las especias agrega un alto valor nutritivo y de calidad a las comidas, haciendo del hábito de comer toda una experiencia renovadora en lo que a sabor y apariencia se refiere. Los olores de las especias y los sabores novedosos pueden terminar de convencerte de que no la sal no es tan indispensable como quizá habías creído. 

Te aconsejamos leer las etiquetas y buscar productos bajos en sal, si en la etiqueta aparece una cantidad superior a 400 mg de sodio por porción, considera que esta ya es la quinta parte del sodio recomendado para todo el día. Además si en la etiqueta dice que es un producto reducido en sodio, el producto tiene cerca de un 25% menos de sodio que los alimentos tradicionales pero la poción sigue siendo superior  a los 80 mg.

Por último, recuerda mantenerte alejado de los alimentos con altos niveles de sal para ello creamos la siguiente lista de los que son considerados los alimentos “re-salados”:


  • Pizza congelada.
  • Caldos de gallina en cubos, concentrados o deshidratados.
  • Embutidos.
  • Salsa de soja y salsas envasadas.
  • Quesos.
  • Panes y galletas.

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