Las caries son el “enemigo íntimo” más peligroso y habitual
de la boca, siendo la enfermedad más frecuente. Su origen es la placa
bacteriana, esa sustancia pegajosa que se forma en la boca luego de comer,
cuando los restos de alimentos se van mezclando con la saliva, formando una
película transparente. Al tomar contacto con los gérmenes que habitan en la
boca, el azúcar fermenta y forma un ácido que ataca el esmalte. Es ideal
entonces que te cepilles los dientes después de comer y si tienes caries, acude
al dentista para que coloque un empaste (si no te tratas a tiempo generan
dolor, porque llegan hasta el nervio).
Por otro lado, la gingivitis es una enfermedad bucal que la
padece un alto porcentaje de la población adulta. Está provocada por las
bacterias que inflaman las encías y hacen que sangren al cepillarse o al comer
ciertos alimentos. Se debe a una higiene incorrecta y se puede curar yendo al
odontólogo, con un tratamiento especial. Hay dentífricos o geles especialmente
diseñados para ello. Si no se trata o cura, puede derivar en periodontitis, un
trastorno que afecta en mayor profundidad y puede destruir el hueso que soporta
los dientes.
La halitosis, más conocida como mal aliento, puede deberse a
un desequilibrio bucal por otra razón como ser caries o cuando no cuidamos de
nuestra higiene bucal, nuestra salivación es incorrecta o tenemos problemas
estomacales. La menta es uno de los remedios caseros más eficaces para ese
desagradable “aroma” que emana de tu boca.
Las llagas o aftas pueden aparecer por diversas razones,
como ser estrés, una comida muy picante, un producto de higiene fuerte,
morderse frecuentemente el interior de los labios, lastimarse con un trozo de
comida, etc. Aparecen cuando nuestras defensas están bajas al proliferar de
forma anormal los microorganismos que habitan en la cavidad bucal. Se forman
aisladamente y es preciso diferenciarlas del virus del herpes, porque el
tratamiento es otro. Pueden también aparecer en las personas que utilizan
ortodoncia. Suelen irse solas, pero si esto no ocurre en varios días o semanas,
es preciso reforzar el sistema inmunológico. Entre los remedios naturales más
conocidos para las aftas podemos usar miel como antiséptico y antimicrobiano,
aplicando directamente en la llaga, también con salvia, agua oxigenada o buches
de agua y sal.
El ardor lingual o también llamado “síndrome de boca
ardiente” causa un dolor similar al de las quemaduras, la sufren sobre todos
las mujeres en la etapa de la menopausia o los hombres de mediana edad. Algunos
de los síntomas son sensación de quemazón, entumecimiento, amargura, sequedad y
sabor a metal. Se puede curar con la menta, que es una hierba antiséptica y
refrescante, preparando una infusión y realizando varios enjuagues al día.
También aprovechar las propiedades del ajo y la cebolla en conjunto. Realiza
una mezcla de ambos y aplica sobre la lengua algunos segundos, enjuagando con
agua fría. En seguida aliviará el dolor y la inflamación.
Finalmente, la “boca seca” es una condición bastante
frecuente, causada por el estrés, la ansiedad, la depresión, algunas
infecciones, el tabaquismo, la diabetes, problemas en el sistema inmunológico,
la ingesta de antidepresivos o antihipertensivos y la deshidratación. Los
síntomas son ardor, dolor, mal aliento, alteraciones en el gusto y caries.
Puedes utilizar tres recetas para tratar el síndrome de la boca seca:
manzanilla (infusión con las flores, que estimulan las glándulas salivas), té
verde (para prevenir su aparición gracias a las propiedades antibacterianas) y
jengibre (aumenta la cantidad de saliva y a la vez quita el mal aliento).
Tomado de >> http://mejorconsalud.com
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