jueves, 13 de noviembre de 2014

Vigorexia: Un trastorno en aumento

En la actualidad es común escuchar hablar de trastornos alimenticios como la anorexia y la bulimia, sin embargo ahora que al estado físico se le da cada vez más relevancia el escenario está dado para la aparición de nuevos padecimientos.

No es normal estar obsesionados con el estado físico hasta un extremo patológico, la Vigorexia es el nombre dado a dicho comportamiento que ya es identificado como un trastorno mental en el que el individuo tiene una visión distorsionada de sí mismo al punto de creer que siempre tiene un aspecto muy débil.

La preocupación exagerada por su cuerpo, en el caso de los que sufren esta enfermedad, afecta sus hábitos alimenticios y lo lleva a realizar actividad física extremo pudiendo llegar incluso a alejarse de su entorno social.

Cuando el trastorno está muy avanzado se llega a enfermedades como anorexia, bulimia o trastorno obsesivo compulsivo.

Aclaramos que no todas las personas que se apasionan por su estado físico son víctimas de este padecimiento, solo los que llegan a alteraciones patológicas deben preocuparse, sin embargo es importante saber que algunos de los síntomas son:

  • Baja autoestima.
  • Automedicación.
  • Dietas altas en proteínas y carbohidratos, poco equilibradas.
  • Consumo de esteroides y anabolizantes.
  • Distorsión de la imagen propia.
  • Se pesan muy a menudo.
  • Dedican muchas horas a hacer ejercicio.
  • Aislamiento social.
  • Cuerpo desproporcionado.
  • Obsesión por el culto al cuerpo.

Además de los síntomas la vigorexia trae consecuencias importantes como:

  • Enfermedades cardiovasculares.
  • Problemas hepáticos o renales.
  • Cáncer de próstata.
  • Atrofia testicular.
  • Disfunción eréctil.
  • Esguinces y desgarros musculares.
  • Problemas articulares.
  • Trastornos alimentarios.
  • Alteración del ciclo menstrual.
  • Acné.
  • Retención de líquidos.
Es importante cuidarnos y ejercitarnos pero caer en los extremos es siempre peligroso. La vigorexia puede agravarse y desembocar en trastornos aimenticios, por eso si cree padecerla acuda a su médico y deténgase a pensar si realmente vale la pena poner su vida en riesgo solo por calzar en los estándares de belleza de otros.

Fuente: http://salud.uncomo.com






martes, 4 de noviembre de 2014

Cómo tratar los principales problemas bucales


Las caries son el “enemigo íntimo” más peligroso y habitual de la boca, siendo la enfermedad más frecuente. Su origen es la placa bacteriana, esa sustancia pegajosa que se forma en la boca luego de comer, cuando los restos de alimentos se van mezclando con la saliva, formando una película transparente. Al tomar contacto con los gérmenes que habitan en la boca, el azúcar fermenta y forma un ácido que ataca el esmalte. Es ideal entonces que te cepilles los dientes después de comer y si tienes caries, acude al dentista para que coloque un empaste (si no te tratas a tiempo generan dolor, porque llegan hasta el nervio).

Por otro lado, la gingivitis es una enfermedad bucal que la padece un alto porcentaje de la población adulta. Está provocada por las bacterias que inflaman las encías y hacen que sangren al cepillarse o al comer ciertos alimentos. Se debe a una higiene incorrecta y se puede curar yendo al odontólogo, con un tratamiento especial. Hay dentífricos o geles especialmente diseñados para ello. Si no se trata o cura, puede derivar en periodontitis, un trastorno que afecta en mayor profundidad y puede destruir el hueso que soporta los dientes.

 

La halitosis, más conocida como mal aliento, puede deberse a un desequilibrio bucal por otra razón como ser caries o cuando no cuidamos de nuestra higiene bucal, nuestra salivación es incorrecta o tenemos problemas estomacales. La menta es uno de los remedios caseros más eficaces para ese desagradable “aroma” que emana de tu boca.

Las llagas o aftas pueden aparecer por diversas razones, como ser estrés, una comida muy picante, un producto de higiene fuerte, morderse frecuentemente el interior de los labios, lastimarse con un trozo de comida, etc. Aparecen cuando nuestras defensas están bajas al proliferar de forma anormal los microorganismos que habitan en la cavidad bucal. Se forman aisladamente y es preciso diferenciarlas del virus del herpes, porque el tratamiento es otro. Pueden también aparecer en las personas que utilizan ortodoncia. Suelen irse solas, pero si esto no ocurre en varios días o semanas, es preciso reforzar el sistema inmunológico. Entre los remedios naturales más conocidos para las aftas podemos usar miel como antiséptico y antimicrobiano, aplicando directamente en la llaga, también con salvia, agua oxigenada o buches de agua y sal.

  
El ardor lingual o también llamado “síndrome de boca ardiente” causa un dolor similar al de las quemaduras, la sufren sobre todos las mujeres en la etapa de la menopausia o los hombres de mediana edad. Algunos de los síntomas son sensación de quemazón, entumecimiento, amargura, sequedad y sabor a metal. Se puede curar con la menta, que es una hierba antiséptica y refrescante, preparando una infusión y realizando varios enjuagues al día. También aprovechar las propiedades del ajo y la cebolla en conjunto. Realiza una mezcla de ambos y aplica sobre la lengua algunos segundos, enjuagando con agua fría. En seguida aliviará el dolor y la inflamación.


Finalmente, la “boca seca” es una condición bastante frecuente, causada por el estrés, la ansiedad, la depresión, algunas infecciones, el tabaquismo, la diabetes, problemas en el sistema inmunológico, la ingesta de antidepresivos o antihipertensivos y la deshidratación. Los síntomas son ardor, dolor, mal aliento, alteraciones en el gusto y caries. Puedes utilizar tres recetas para tratar el síndrome de la boca seca: manzanilla (infusión con las flores, que estimulan las glándulas salivas), té verde (para prevenir su aparición gracias a las propiedades antibacterianas) y jengibre (aumenta la cantidad de saliva y a la vez quita el mal aliento).

Tomado de >> http://mejorconsalud.com