Un ataque de ansiedad va más allá de la sensación pasajera de estar expectante por algo. Quienes lo pasan un momento aterrador en el que el organismo reacciona sin que exista autocontrol.
El cuerpo muestra reacciones con las que puedes detectar si en realidad estás sufriendo un ataque, algunos de los síntomas que puedes identificar son: un aumento repentino de tu ritmo cardíaco, acompañado de náuseas, malestar estomacal y temblor incontrolable.
Pasar por esta experiencia no es nada cómodo, ni fácil, por esta razón queremos explicarte algunas alternativas para tener en cuenta cuando sufras de uno de estos episodios:
1. Identifica si se trata de un ataque de pánico:
Sentir emociones fuertes es una cosa, un ataque de pánico es una situación muy diferente, en él experimentarás tanto síntomas psicológicos y fisiológicos: Inicialmente puede que no seas consciente de lo que estás viviendo debido a la sensación de confusión o desorientación, además también es común sentir hormigueo en la cabeza, tensión en los músculos del pecho seguido de un temor intenso. Es útil que escribas estos síntomas para que te sea más fácil identificar lo que te está sucediendo a la hora de consultar a tu médico. También es útil tener claro lo que sientes para que cuando vuelvas a sentir estos síntomas tengas claro lo que te está sucediendo y puedas aplicar técnicas relajantes.
2. Respira profundamente:
Respirar profundamente es muy importante ya que puede ayudarte a relajarte al oxigenar tu cerebro y disminuir el estrés. En un ataque de pánico es normal sentir que te ahogas, para esto respirar profunda y lentamente para mantener la concentración: Inhala por 4 segundos, retén el aire entre 2 a 3 segundos, y después toma otros 4 segundos para exhalar.
Si tu respiración es tan rápida que se te dificulta respirar profundamente, toma una bolsa de papel y respira dentro de ella, sostenla en tu boca y respira mientras va disminuyendo el ritmo de respiración y prosigue con el ejercicio de respiración profunda. Continúa hasta que tus músculos estén relajados.
3. Busca distracciones:
Pensar en algo distinto te puede ayudar a relajarte en medio de un ataque, contar números, hacer un listado mental de tus canciones favoritas, cantar una de ellas o recitar un verso que tengas memorizado, puede ayudarte. Persiste hasta que te sientas calmado, repite cuanto sea necesario.
4. Relajación muscular progresiva:
Este punto se trata de hacer un recorrido mental por tu cuerpo, tensionando y relajando cada zona. Puedes empezar por tu rostro y mandíbula, luego desciende hasta que todo tu cuerpo esté relajado. De este modo te concentrarás en ejercer concentración y además relajar tu cuerpo.
5. "Bueno en vez de malo":
Debes intentar reemplazar los pensamientos que te producen ansiedad. Atacar el origen y combatirlo con ideas positivas es una de las mejores formas de controlar estos ataques.
6. Usa la imaginación y reconoce tu ansiedad:
Visualizar tu lugar favorito te ayudará a relajarte. Concentra tu atención en los detalles de ese lugar y trata de pensar con mayor claridad a fin de detener la ansiedad.
Con la mente más clara intenta reconocer que es lo que te está generando la ansiedad y analiza si en verdad estás en una situación de peligro inminente. Es útil que escribas un diario en donde expliques tus sentimientos si eres propenso a este tipo de ataques, así detectarás qué es lo que te provoca estos episodios.
7. Musicoterapia y pasatiempos:
Tener a la mano una lista de canciones que te hagan sentir feliz puede ayudarte a estabilizarte después del ataque de pánico, concéntrate en la canción y esto te ayudará a que tu mente se despeje.
Otra opción aconsejable son los pasatiempos ya que con ellos te sentirás feliz y relajado.
Sentarte a renegar de lo que sientes o sentir auto compasión solo puede empeorar tu situación.
8. Ejercicios:
Las actividades físicas o el ejercicio, especialmente las que conlleven a la relajación como el yoga, liberarán endorfinas en tu cuerpo que te darán la sensación de paz y tranquilidad. Es aconsejable que lo practiques continuamente para evitar los ataques de pánico, sin embargo también es muy útil posteriormente.
9. Busca la ayuda de un amigo.
Si la sensación de ansiedad te abruma en medio de tu ataque, es aconsejable que busques un familiar o amigo que te ayude a distraerte. Recuerda que lo importante es estabilizarte pensando en algo distinto, cosa que con la ayuda de otra persona puede ser más sencillo.
Posteriormente, cuando estés calmado, tu amigo también puede ser útil para ayudarte a analizar tus miedos y las vías disponibles para superarlos. Si tienes la tendencia a sufrir de estos ataques con regularidad, es importante que le enseñes a alguien cómo puede ayudarte a superar uno de estos episodios, cómo podrá calmarte y ayudarte a relajar.
10. Consulta un experto:
Cuando los ataques se presentan de manera constante consulta a tu médico o terapeuta, desde diferentes ramas de la medicina podrás ser orientado acerca de tus síntomas y cómo tratarlos.
En Biodent M.I podrás encontrar el apoyo de especialistas que te guiarán mediante el Programa de trastorno de ansiedad y depresión.
No menosprecies las consecuencias que ataques cómo estos pueden traerte, trata de llevar una vida equilibrada,descansar lo suficiente, alimentarte adecuadamente y recordar que todas las situaciones de tu vida son pasajeras.
Fuente: http://es.wikihow.com/calmarte-durante-un-ataque-de-ansiedad