miércoles, 24 de septiembre de 2014

¿Enfermo sin razón? ¡Abra la boca!

El uso de metales y algunos materiales químicos en los dientes, al entrar en contacto con el medio húmedo aportado por  la saliva, puede producir una 'bomba' que explota enfermando su organismo.

¿Ya tomó vacaciones, se dedicó a dormir ocho horas diarias, adoptó una dieta alimenticia equilibrada, pagó sus deudas, y todavía siente el cansancio sobre sus hombros?

Si usted es de las personas que siente fatiga, falta de concentración, mal genio, trastornos digestivos, trastornos urinarios entre otros sin aparente justificación, entonces, ¡abra la boca!... Sí, la boca, porque precisamente ahí puede estar la razón por la cual experimenta esa enfermedad y agotamiento físico.

Y ábrala más si nota pérdida de peso no programada, constantes dolores de cabeza o mareos, y su médico no logra 'darle con el chiste'.

Dicha sintomatología, que no parece responder a una enfermedad en particular, puede constituirse en la señal inequívoca de que usted tiene una intoxicación por sales de metales pesados o por un foco toxico y el 'foco' puede estar en su boca.

Una obturación o calza de plata, una prótesis de oro, la tradicional combinación de níquel, cromo y cobalto que se utilizaba para las prótesis o, peor, la mezcla de todos estos materiales, se convierte en una verdadera 'bomba' contra su salud. Y ésta, al activarse, no sólo puede ser motivo de enfermedades sino agravar las que padezca, porque cada acción sobre los dientes tiene una repercusión directa sobre otros órganos del cuerpo.

Así lo señala la Odontología Neurofocal, una especialización que se integra a la medicina basándose en el principio de que todos los dientes tienen una íntima relación con el sistema nervioso y el resto del organismo.

Es por ello que buena parte de las dolencias de difícil diagnóstico pueden estar entre su mordida.

Pero este tipo de odontología no se limita al análisis de los cuerpos 'extraños' en la boca, sino al estudio general de sus condiciones para así realizar un plan de medicina preventiva.

Está comprobado que las cicatrices, cordales en mala posición y las enfermedades periodontales, entre otras, pueden interferir en la respuesta de un paciente a determinado tratamiento clínico.

De acuerdo con el odontólogo neurofocal José Fernando García, uno de los precursores de esta especialización en Colombia,  este proceso se explica en que el hombre es un ente electromagnético compuesto por diversos circuitos eléctricos integrados y una irrupción entre ellos causa lesiones al individuo.
"El corte en este sistema energético es denominado campo de interferencia y su repercusión en el cuerpo es tal, que lo puede llevar a estados patológicos", sostiene García, del Centro Biodent MI y docente de la Universidad Santiago  de Cali y del portal educativo educovirtual.com

"Muchas de las aleaciones metálicas -agregó el especialista- que se usan en la odontología interrumpen el circuito eléctrico de la boca, por ello es necesario que la medicina y la odontología empiecen a trabajar en llave buscando la máxima estabilidad física y emocional de los pacientes".

Importancia de la individualidad

A pesar de la toxicidad de algunos materiales de uso frecuente en la odontología clásica, la Odontología Neurofocal no indica que todos los productos sintéticos sean dañinos para el cuerpo humano. Esta corriente (la neurofocal) está estructurada a partir del respeto por la individualidad.

De esta manera lo resalta el Odontólogo García, quien se refiere a la importancia del análisis personalizado para lograr el mejor comportamiento biológico de los elementos a utilizar en el procedimiento de cada paciente.

"Es similar a lo que ocurre con el colesterol: algunas personas lo deben mantener alto porque de lo contrario se enferman, pero en todos no funciona igual. Asimismo, cada boca reacciona diferente a cada material", asevera García.

Cuando un metal entra en contacto con la humedad de la boca, se produce una descomposición electrolítica que lleva a una irritación crónica del sistema nervioso neurovegetativo, y este es el encargado de inervar todas las viseras del organismo.

Precisamente lo que lleva a los estados patológicos es la prolongada permanencia de estos materiales, tal como lo dice el odontólogo García, "una amalgama -cuyo elemento básico es el mercurio- no enferma inmediatamente después de su aplicación pero la irritación que produce, con el tiempo, irremediablemente lo hará".

Por ejemplo, el uso de resinas de fotocurado con óxido de titanio o hidróxido de aluminio pueden ser tóxicas para el organismo.

Otro caso es de los blanqueamientos dentales, que si son aplicados sin protocolos de protección al paciente a darse el contacto de las amalgamas y demás metales con peróxido de hidrógeno y peróxido de carbamida, se generaran millones de radicales libres que producirán oxidación y muerte celular ocasionando graves daños a la salud del paciente.

Por ello, la Odontologia neurofocal también comprende el cambio de elementos, propendiendo por el restablecimiento del potencial energético y la desintoxicación del tejido conectivo.

Para realizar estos procedimientos se aplican métodos alternativos como la acupuntura, la Homotoxicología, homeopatía, terapia neural, cámara hiperbárica y, en general, recursos terapéuticos que no son tan tóxicos como llenar al paciente de medicamentos.

Claro está que este tipo de odontología no está en contra de la línea clásica, de hecho busca complementarse con ella porque en la actualidad sus cursos y seminarios  son ofrecidos en  universidades de la ciudad, con el respaldo de la Federación Odontológica Colombiana.

Así que no tema abrir la boca para buscar allí el origen de muchas desvelos, que hoy por hoy, lo tienen 'apretando los dientes' de la preocupación.

¿Cómo se valoran los pacientes?
Así como se utiliza el electroencefalograma para medir la energía del cerebro, o el electrocardiograma para medir la del corazón, la electromedición permite medir los diferentes órganos del cuerpo.

Para tal efecto se utiliza el Dermatron, un equipo inventado por el médico e ingeniero alemán Dr. Raimond Voll con el cual se pueden medir los más de 750 puntos acupunturales que conforman el organismo.

Con él se miden potenciales eléctricos para evaluar el hígado, páncreas, el estómago, el intestino delgado, entre otros órganos y, en general, la medición eléctrica de todo el cuerpo.

De igual forma se puede hacer la medición de los puntos de alergia e intoxicación, para así detectar qué materiales  le hace bien o mal al cuerpo, así como determinar cuando alguien puede estar afectado en su salud por culpa de uno o más dientes.


El Dermatron se integra al cuerpo a través de dos polos de energía y en una 'colmena' se depositan los materiales que se van a utilizar en un tratamiento específico. El equipo indica si estos irritan o degeneran el organismo y así se determina su viabilidad para el tratamiento.